Dentro de los útiles de los que todas nosotras
deberíamos disponer están los auto-masajes.
No he escrito hasta ahora sobre esto porque, en
general, encuentro que son complicados y largos, aparte el tiempo que se
necesita para aprenderlos leyendo las instrucciones, parte esta última que
suele ser bastante aburrida.
Por supuesto que son estupendos y que sientan bien,
pero ¿además del programa básico, de los ejercicios energéticos, de un deporte
y/o actividad y de todos los etcétera y etcétera de nuestra vida habitual? ¡He estado varios años reprimiéndome!... hasta que, finalmente, me he decidido.
Y lo he hecho llegando a un compromiso conmigo misma: ¿qué os parecería un solo
masaje por estación del año, fácil, rápido y que actuase sobre el máximo de
órganos y meridianos energéticos?
Porque estos masajes existen en muchas tradiciones, simplemente hay que encontrarlos entre docenas de otras indicaciones.
Una de las tradiciones especialmente rica en masajes energéticos es la china que,
además, propone diferentes tipos según el momento del año. Así que, me gustaría
proponeros el masaje de orejas chino, que es especialmente adecuado en invierno
porque tonifica la energía del meridiano del riñón.
El riñón, en medicina china, es el órgano que almacena
nuestra energía esencial y gobierna las energías del resto del cuerpo. El riñón
(con la vejiga) encarnan la energía del invierno, la calma, el frío, el reposo
inmóvil donde duerme el germen de la nueva vida que comenzará en la primavera.
Es el riñón el que gobierna la vitalidad y en
invierno es importante mantenerla y recargarla. Por lo que es el momento de dormir
más, de pararse, de aislarse hasta cierto punto para hacer balance y de meditar.
En una palabra, de seguir las enseñanzas del invierno, por un lado para
economizar nuestra esencia vital, por otro para regenerarse.
Además, a partir de la menopausia, tenemos que
prestar una atención especial a esta energía esencial, si queremos mantenernos
sanas y llegar a la gran vejez disfrutando de todas nuestras facultades y de la
sabiduría recogida por el camino.
El masaje de orejas tonifica el riñón,
mejora la audición y también regula las funciones de los demás órganoss del
cuerpo que, como ya sabéis, se proyectan en el pabellón auricular.
Para comenzar con el masaje:
Poner las manos sobre las dos orejas, abrir los dedos
y dejar la oreja en un triángulo entre el anular y el mayor. En esta posición,
el mayor, índice y pulgar están detrás del pabellón de la oreja, descansando
parcialmente en el cuello, y el anular y el meñique están encima de la oreja
hacia delante.
Con los dedos en esta posición se masajea la oreja, por sus dos caras al mismo tiempo, unas 30 veces.
Con los dedos en esta posición se masajea la oreja, por sus dos caras al mismo tiempo, unas 30 veces.
Luego se frotan las orejas con la parte baja de la palma (cerca del puño), alternando las dos caras del pabellón auricular, también unas 30 veces por cara.
Después se pellizca el pabellón entre el pulgar por delante y el índice y el mayor por detrás y nos paseamos por toda la superficie insistiendo en los puntos sensibles.
Terminamos metiendo los índices en el agujero para cerrar las orejas y desatrancamos con un golpe seco.
Eso es todo, como ves es rápido y sencillo. También es muy efectivo, como el resto de las herramientas que propongo.
Puedes hacerlo durante todo el invierno en los momentos en que te
convenga y, especialmente, si te sientes baja de tono.
Para ojear mis otros libros y saber más sobre mí puedes ir AQUÍ.
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