...la angustia y la depresión desde una perspectiva holística.
El estado natural del ser humano es la
alegría.
Tal vez no estéis de acuerdo si os
ponéis a pensar en todos los problemas y preocupaciones en que están inmersas nuestras
vidas y que, justamente, van a producir ansiedad.
Sin embargo, sólo desde la alegría
podemos afectar positivamente a nuestro entorno y recibir de vuelta aquello que
podríamos llamar felicidad.
Para verlo más claro, se puede tomar
el punto de vista contrario, recordar un día en que estabais de mala leche, estresadas
y hartas de todo. Es posible que hablaseis a los demás con brusquedad. ¿Estabais
bien? ¿Os sentíais queridas y apreciadas? ¿Querríais estar siempre así?
Podemos también pensar en algunas mujeres,
bastante abundantes en la generación de nuestras madres, que parecen haber
decidido asentarse permanentemente en un estado de amargura y resentimiento
contra todo y todos. No me meto en si habría o no razones para este
comportamiento, si no en los resultados
del mismo. ¿Es agradable estar a su lado? ¿Es positiva su influencia en el
entorno? ¿Nos parece que son felices y se sienten amadas?
Para trabajar con la ansiedad (y con
la angustia y depresión que pueden venir de su mano) y desterrarla definitivamente
de nuestra vida hay que atreverse a
ser feliz… decidirlo.
Por supuesto, que os daré herramientas
prácticas para hacer este trabajo pero,
meditar sobre esto que estoy
diciendo, no es gratuito en absoluto si no crucial
y por eso lo estoy escribiendo en primer lugar.
Si piensas sobre la alegría –a lo mejor
por primera vez en tu vida– verás que, o bien la tienes ya, y entonces no creo
que pueda mostrarte nada que no conozcas. O bien te encuentras en una
de las dos situaciones siguientes:
a) Crees que no la mereces.
El caso a) corresponde a una cierta educación concentrada en aspectos
negativos como el pecado, los merecimientos sólo a base de duros trabajos, el
sentimiento de no haber sido suficientemente querida y todo lo demás que
vosotras queráis añadir.
Sobre estos temas hay gente que hace
psicoanálisis durante años, yo aquí me conformo con que penséis sobre ello sin
juicios ni aspavientos y veáis si es vuestro caso o no. Es decir, que lo
importante es que lo traigáis a la conciencia,
paso imprescindible para libraros de ello más adelante.
b) Crees que es imposible tener alegría porque en las circunstancias actuales
te faltan muchas cosas… o te sobran muchos problemas que pueden ser materiales
o emocionales o ambos… poco importa.
En el caso b) os pido que, en primer lugar, caigáis en la cuenta de que vivís
en la abundancia.
Por supuesto, estoy de acuerdo en que
no todo el mundo vive en la abundancia, pero nosotras sí.
Digo nosotras, porque nosotras
tenemos acceso a un ordenador y a internet. Esto significa que, por lo menos de
momento, nuestras necesidades básicas que son la comida y el abrigo, están
cubiertas.
Cuando las necesidades básicas están cubiertas y se tiene para otras
cosas (sean estas materiales y/o mentales) se vive en la abundancia, por lo tanto –y según esta
definición– no hay que ser millonario, ni mucho menos, para vivir en la
abundancia.
No os pido que aceptéis esta
afirmación –que de todas formas no es mía si no de ciertos maestros
espiritualmente avanzados– si no que penséis
sobre ella.
Por otro lado, si vuestras necesidades
básicas están cubiertas, todos los demás problemas de vuestra vida son
pasajeros y, con tiempo, aparecerá una solución u otra.
Cuando sintáis que efectivamente
vivís en la abundancia y que vuestras preocupaciones son pasajeras –lo que, sin
embargo, no significa que os caerá el dinero y el amor de las nubes– atraeréis más abundancia… y más
posibilidades de solucionar las cosas que hay que solucionar.
Llegado a este punto de nuestra meditación, hay que darse cuenta de que,
no sólo nuestro estado natural es la alegría, si no que es nuestra obligación, porque sólo desde la alegría podemos
comportarnos de la mejor manera para nosotras, para los otros y para el mundo.
¡Y atención! Aquí no se trata de caer
en el buenismo y en que la vida es siempre maravillosa. Habrá ocasiones en
las que hay que defenderse o atacar y pegar un buen grito, pero una
cosa no quita la otra.
Una vez identificada vuestra actitud personal sobre la alegría, a
saber a) o b) o, si es el caso, el desacuerdo parcial o total sobre lo que he escrito,
es importante localizarla.
¿De dónde viene la alegría?
Esta es una buena pregunta, porque en
nuestra civilización de tipo occidental hay cierta tendencia a asumir que la
alegría viene del exterior y, más concretamente, de la adquisición del nuevo
descapotable… perdón… de la colonia que viene con el descapotable y el chico.
En realidad, la alegría está en nuestro interior, pero desde un
punto de vista práctico se llega a ella partiendo de la realidad percibida.
Así que esto es lo primero que hay que
trabajar. ¿Cómo percibes tú la realidad?
Porque, por ejemplo, si estás agotada
y baja de energía tu percepción será bastante negativa, sólo verás trabajos sin
fin y cargas difícilmente soportables.
Pues bien, ahora, si quieres seguir el
programa, te pongo los primeros ejercicios
y la regla 1.
Las reglas (habrá más) son cosas bien a evitar o bien a hacer en tu
vida en general, pero también están relacionadas con el programa.
Ejercicios:
1) Observa, sin enjuiciar, las
reacciones que te produce el artículo, puedes releerlo unas cuantas veces o no,
como te parezca mejor.
2) Localiza tu actitud a) o b) u otra
y tu percepción de la realidad, también sin hacer juicios.
3) Describe lo que encuentres sobre el
papel, puedes hacerlo una vez o varias veces. Sugiero que compres un cuaderno
que sólo uses para el programa y que sólo leas tú.
4) Durante un mes, intenta ser
consciente en tu vida diaria de los aspectos que te impiden la alegría y de
aquellos que te la procuran. Puedes escribirlos si lo deseas.
Regla 1: No hagas demasiados cambios al
tiempo.
En los próximos artículos seguiré
desarrollando el programa.
Dejaré suficiente tiempo entre uno y
otro para facilitar la integración de los ejercicios. Si tenéis dificultades o
preguntas escribirme a menobl.consultas@gmail.com.
No contestaré inmediatamente, pero lo
haré, bien personalmente, bien a través de los artículos. También podéis dejar
vuestros comentarios en el espacio dedicado a ello más abajo.
Si estás medicada por depresión puedes seguir el programa bajo tu
responsabilidad y siempre con control médico. No es adecuado para psicosis
graves que necesitan un seguimiento personalizado.
Para ojear mis otros libros y saber más sobre mí puedes ir AQUÍ.
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