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viernes, 17 de mayo de 2013

12. Técnicas avanzadas para el control vaginal completo.




Si decidiste en su momento probar el ejercicio básico de los anillos (artículo 6) y llevas varios meses haciéndolo estás preparada para la siguiente etapa que, con el entrenamiento que ya llevas, no es mucho más complicada.

Sobre esto, algunas mujeres me han comentado su extrañeza debido a que en el artículo 6 hablo sólo de la contracción del esfínter anal y parece que me olvido de la vagina. 

Si lo he hecho así es por varias razones importantes.

La primera es que cualquier mujer puede notar y efectuar esta contracción aunque su musculatura vaginal este hecha unos zorros; también evita, para las que nunca hayan recibido instrucciones sobre ejercicios vaginales, la búsqueda del músculo vaginal adecuado, cosa imposible así de primeras, teniendo en cuenta la cantidad de músculos distintos que hay en la zona y que –si no se tiene práctica– te puede hacer contraer la tripa, los muslos y otras partes innecesarias. 

Por supuesto, está el truco de retener el chorro de orina para saber por dónde hay que empezar, pero yo prefiero el comienzo por el esfínter anal, porque de todas formas es uno de los músculos que hay que dominar y porque te permite ejercitarte sin tensar involuntariamente el resto del cuerpo.

Finalmente, los músculos que rodean el ano y la vagina se entrecruzan formando un ocho (¡el mismo patrón cruzado que nuestros sistemas energéticos!) por lo que cuando se trabaja el ano se trabaja automáticamente la vagina. Y si habéis practicado el ejercicio básico de los anillos por un tiempo ya os habréis dado cuenta.

Ahora, sin embargo, pasaremos al grado de conciencia superior y vamos a diferenciar unas zonas musculares de otras… cosa facilísima si habéis empezado ejercitándoos en toda tranquilidad con el ejercicio de los anillos básico.

El primer ejercicio es casi idéntico al que ya conoces.

Técnica avanzada de los anillos:

Para comenzar puedes hacerlo sentada o tumbada, pero una vez integrado es posible practicarlo de pie en cualquier situación apropiada.

En la posición que te convenga lleva tu atención a la zona del esfínter anal, respira relajadamente unas cuantas veces sin hacer nada especial.

Comienza subiendo suavemente el primer anillo muscular, contrayendo algo más alcanzarás el segundo y aumentando la contracción llegarás al tercero, en este punto es muy probable que notes el efecto sobre la vagina. Si no tienes muy claro si estás realmente en uno u otro nivel, no importa, basta con que te imagines que estás en la zona adecuada.

Cuando llegues a la máxima contracción –has llegado a ella diferenciando los tres niveles– mantenla respirando normalmente durante 6 a 15 segundos.

Suelta y respira relajada dos o tres veces, notando el calor que empieza a invadir la zona.

Repite varias veces.

Si hacer esto es fácil para ti, puedes comenzar inmediatamente con la segunda parte.

Respira varias veces relajadamente y lleva tu atención al músculo vaginal. Sabes dónde está porque lo has notado durante tus ejercicios con el esfínter anal.

Empiezas a contraerlo lentamente desde fuera hacia dentro pasando del primer nivel a la contracción máxima en el tercero –aquí puedes notar que llegas hasta el útero y también influye sobre el clítoris.

Esta contracción, efectuada en tres niveles de intensidad, actúa también sobre los músculos anales, puesto que todos están unidos pero, puesto que tu atención está dirigida a la zona de la vagina, será esta la que estás moviendo conscientemente.

Mantén la contracción máxima durante 6 a 15 segundos. Relaja y respira un par de veces tranquilamente.

Repite varias veces.

Lo siguiente es crear un movimiento de ola entre el ano y la vagina… sencillísimo si ya dominas todo  lo anterior.

Respirando normalmente contraes el esfínter anal notando como vas da fuera hacia dentro pasando por los tres anillos, mantienes un segundo relajas y pasa inmediatamente al músculo vaginal que contraes asimismo de fuera hacia dentro pasando por los tres anillos, mantienes un segundo, relajas y vuelves al anal.

Este es un movimiento rápido que presupone un control bastante aceptable de toda la zona y que puedes repetir durante el tiempo que te sea agradable. Puedes notar el calor que invade el área y otras sensaciones placenteras.

Una vez dominado, puedes hacer las tres etapas del ejercicio en cualquier sitio y con toda facilidad. El tiempo de duración puede ser de tres a cinco minutos varias veces al día o de 10 a 15 minutos una vez al día, al acostarte por ejemplo… esto depende de lo que te sea cómodo y adecuado a tu forma de vivir y, como siempre, recomiendo que comiences despacio y sin exagerar. No hagas veinte minutos la primera vez porque todavía no tendrás los músculos entrenados para ello y puede producirte una desagradable tensión en la zona del útero.

Además de la técnica avanzada de los anillos hay otro ejercicio que no me resisto a proponeros. Para practicarlo necesitareis un tiempo y espacio muy privados, como sé que eso es lo más difícil también sé que, para la mayoría, no será factible, pero es interesante que lo conozcáis por si en algún momento queréis hacerlo.

El ejercicio no tiene ninguna complicación aparte de que se hace con lo que yo llamo un adminículo. Como adminículo podéis reciclar un aplicador de plástico, si habéis usado algún tipo de crema vaginal, o cualquier otra cosa que se le asimile y que podáis introducir (¡y sacar!) cómodamente en la vagina, dejando una parte fuera que os pueda indicar el tipo de movimiento que estáis dando a vuestros músculos.

Una vez introducido el adminículo lo moveréis hacia arriba y hacia abajo, la parte que se ha quedado fuera os indicará la fuerza y extensión del movimiento. Después intentaréis moverlo de lado a lado, lo cual es mucho más difícil y os supondrá mucha más práctica.

Finalmente, la idea es conseguir moverlo en círculo siguiendo la dirección de las agujas del reloj y al contrario. Esto es a lo máximo que puede llevar el ejercicio y no es obligatorio, ni mucho menos. 

Simplemente ya con el primer movimiento estaréis entrenando y fortaleciendo los músculos vaginales como si utilizaseis pesas. 

Os dejo que os imaginéis lo que eso puede significar para vuestra vida sexual y salud general de toda la zona.

También quisiera comentar que uno sólo de estos ejercicios a diario (básico o avanzado de los anillos o ejercicio con adminículo) producirá un cambio medible y satisfactorio con rapidez -uno a tres meses-. 

Veréis asimismo que, si comenzáis con el básico, por ejemplo, sentiréis la necesidad natural de pasar al avanzado y, tal vez, de complementar con el adminículo y que todo ello os producirá una gran satisfacción personal.

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