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jueves, 14 de marzo de 2013

9. El módulo energético menopausia de Donna Eden: primera parte.




A veces, lo mejor es poner ejemplos, así que quisiera contaros lo que me pasó a mí en el mes siguiente al día M. 

Yo esperaba mi menopausia, no solamente sin miedo, si no con expectación. Llevaba dos años con pequeñas irregularidades en el ciclo, se trataba principalmente de ciclos más cortos, que habían pasado de los 30-35 días de la mayor parte de mi etapa reproductora a 22-25 días, interrumpidos de vez en vez con pausas más largas. 

No había tenido ni sofocos ni otras molestias. 

Tampoco hemorragias fuertes, que es algo que le pasa cada vez a más mujeres y a menudo años antes del día M. En general, esto es debido a los miomas que crecen en el útero de casi todas estimulados por los xenoestrógenos del medio ambiente –una razón de más para consumir vegetales que contengan fitoestrógenos suaves. 

Los miomas pueden reducirse y desaparecer en la menopausia, a) debido a la reorganización hormonal de nuestro cuerpo y b) debido a la aguda consciencia que surge sobre nosotras mismas y nuestras fuerzas creativas y al uso que empezamos a dar a esas fuerzas creativas.

Ya que, a nivel energético, se considera que los miomas están relacionados con fuerzas creativas que no han podido expresarse y han abortado –si las seguimos abortando, los miomas se quedarán ahí.

Pues bien, volviendo a mi historia, se podía considerar que el ejercicio del ciervo me estaba funcionado perfectamente  –regulando mis estrógenos y, por un efecto de cascada, mi progesterona y todo lo demás.

Y de repente, en un solo mes, inmediatamente después de mi última menstruación,  tuve sofocos diurnos, sudores repentinos por la noche, dolores de cabeza –algo que nunca me había afectado especialmente– y dos cólicos uterinos que me horrorizaron. Este dolor, intensísimo, pulsátil e inaguantable por encima de toda descripción, y que conocen muchas mujeres, era un viejo conocido que me había acompañado durante todos mis comienzos de reglas desde los 16 a los 41 años, momento en que, después de algunas cosas que pasaron en mi vida, los cólicos desaparecieron.

Su vuelta indicaba que mi cuerpo había decidido cambiar asunciones y comportamientos que ya no convenían y, por supuesto, me lo gritaba de inmediato y sin contemplaciones de ningún tipo… como siempre, ¡y yo que había pensado que mi menopausia sería un camino fácil!

Como por casualidad, apenas dos meses antes, en mayo, y paseándome por la Feria del Libro de Madrid mi atención (intuición) se había dirigido a un libro específico, colocado entre un montón de otros libros que parecían tratar de más o menos lo mismo. Lo firmaban dos autores de los que yo no había oído hablar en mi vida: Donna Eden y David Feinstein. Y el libro se titulaba “Medicina Energética para Mujeres” (2).

Lo ojeé un momento y decidí llevármelo, lo cual fue una excelente idea, porque con su ayuda me organicé un programa de ejercicios energéticos para equilibrarme durante la menopausia que, en mi caso, han sido extraordinariamente efectivos. 

Nada más empezarlos disminuyeron los sofocos a un nivel –en duración e intensidad– perfectamente soportable, en cuanto al resto de síntomas, no volvieron a repetirse y los sofocos prácticamente desaparecieron en cuatro meses. 

Si tuviese que recomendar una sola y única cosa sería este libro –que no se limita a la menopausia–. También tengo que avisaros del gran problema de estos ejercicios: si no los hacéis, no os servirán de nada.


Pues bien, supongo que ya os habéis mirado el video 5 min Energy Routine (5 minutos de rutina energética diaria) en http://www.youtube.com/watch?v=Vr-FEoY440g.

Si no lo habéis hecho, podéis seguir leyendo de todas formas, pero también es posible saltarse este artículo sin mayores historias ni cargo de conciencia. Siempre será posible volver a él cuando lo necesitéis y os pueda interesar.

El módulo menopausia de Donna  -del que escribo aquí con su permiso- está basado en los ejercicios de los 5 minutos de rutina energética diaria a los que ella añade alguno más. Integrarlos apenas aumenta el tiempo del módulo ni lo hace más difícil y los resultados pueden ser espectaculares.

(Por cierto, si os vais una semana de camping y no podéis hacer ningún ejercicio, tampoco pasa nada… espero que nadie se obsesione.)

Voy a hacer un repaso de los ejercicios que pueden verse en el video, explicando a mi manera para lo que sirven, y añadiré los nuevos. Estos últimos los describiré para que podáis hacerlos aunque no tengáis el libro de Donna. Como leer descripciones de ejercicios (y no digamos escribirlas) es aburridísimo, lo haré en dos partes, así, si queréis aprenderlos no se os hará pesado. Podéis comenzar con este artículo una semana y seguir tranquilamente con la segunda parte la semana siguiente o cuando os convenga.

Una vez aprendidos los movimientos, el módulo completo se puede hacer en unos 10 minutos. Os puede ser tan agradable y relajante que, a lo mejor, os apetece extenderlo hasta media hora por el simple procedimiento de dedicar más tiempo a cada ejercicio. Todas las técnicas se pueden utilizar por separado en casos de urgencia que especifico en los distintos apartados.

Modulo energético para la menopausia (primera parte):

1)    Los tres golpes.

Son unos golpeteos –como habéis visto en el video– que afectan de forma inmediata a todos nuestros meridianos energéticos (puntos K27) y a las glándulas del sistema linfático, timo y bazo. No solamente forman parte del módulo menopausia, además los podéis usar en cualquier momento si estáis estresadas, cansadas, confusas o deprimidas. También si sentís que el pánico os inunda por la  causa que sea. Si os acordáis, inspirar por la nariz y expirar por la boca, el efecto es aún mayor. 

Tiempo en el módulo: tres respiraciones por golpe.

2)    Paso cruzado.

Nuestros sistemas energéticos fluyen de abajo arriba y de arriba abajo  en un patrón cruzado, formando ochos. Es lo que representa el famoso caduceo de Mercurio, símbolo de la medicina –de cuando esta todavía tenía en cuenta semejante cosa–.

 A veces se escenifican estos ochos en las imágenes de los chakras (uno de los nueve sistemas energéticos), representados como centros coloreados, repartidos de abajo arriba en el cuerpo de una figura sentada en la postura del loto (si meditáis sobre esta postura veréis que es, asimismo, un ocho).

A mí, como científica, no ha dejado de llamarme la atención el hecho de que la molécula de ADN es, también, la perfecta representación de este patrón cruzado.

Pues bien, el ejercicio del paso cruzado va a mantener este soplo vital en su patrón cruzado. 

Nuestra forma de vivir, sin embargo, no favorece el flujo normal de los sistemas energéticos; de hecho si estáis enfermas, deprimidas o simplemente estresadas, lo más seguro es que vuestros flujos energéticos estén estancados en un patrón homolateral. 

Notaréis en este caso que os cuesta hacer el paso cruzado. 

Es por eso que Donna muestra en el video el paso cruzado y el homolateral. Si el cruzado os cuesta, hacer el homolateral  hasta que podáis pasar al cruzado. 

Estos ejercicios se pueden repetir varias veces al día si una se nota con la energía o el ánimo bajos.

Tiempo en el módulo: 30-60 segundos.

El agradable efecto secundario de esta técnica –si la hacéis todos los días–es que el interior de vuestros muslos empezará a ponerse terso y firme. Me imagino que habrá pocas a las que este pequeño detalle no les interese.

3)    La postura de Wayne Cook.

Al parecer, el señor Cook, fue un pionero que investigó la bioenergética como tratamiento para la dislexia y el tartamudeo y el que usó por primera vez una versión de esta postura.

La postura de Wayne Cook regula las hormonas implicadas en la respuesta al estrés y afecta positivamente a cosas como la confusión, los pensamientos obsesivos, la depresión, la desorganización o el exceso de ira.

Además de formar parte del programa 5 min y del módulo menopausia, la puedes usar si estás a punto de explotar y/o con un gran disgusto. También si te hueles que vas a tener una confrontación con alguien.

Tiempo en el módulo: 6-7 respiraciones por lado.

4)    Estiramientos de la coronilla.

Despeja y descongestiona la cabeza que es algo que solemos necesitar cuando estamos todo el día delante del ordenador y/o pensando furiosamente. Alivia el dolor de cabeza, mejora la memoria y hace sitio para aprender cosas nuevas, también apoya la intuición y lo podéis usar como técnica de emergencia, junto con los tres golpes, si os sentís deprimidas.

Tiempo en el módulo: un estiramiento por segmento (frente, coronilla etc.).

5)    Masaje linfático.

En el vídeo podéis ver como Donna masajea todo el sistema linfático, si no hay puntos dolorosos, adelante con el masaje que es muy agradable. Si hay puntos especialmente dolorosos podéis además masajearlos específicamente con dos o tres dedos de 10 a 20 segundos, pero no más de 3 a 4 puntos diarios. Esto es debido, a que se van a descargar toxinas que estaban bloqueadas, en la linfa. No conviene sobrecargarla, sobre todo si has estado o estás enferma. Evidentemente, tampoco se hace sobre puntos donde haya una herida o un moratón. Ir con calma para que el cuerpo pueda asimilar la detoxificación que produce este masaje con facilidad.

6)    Conectar el cielo y la tierra.

Es un estiramiento que también se usa en yoga. Entre otras cosas, activa el sistema radiante que no va por senderos fijos ni está relacionado con órganos específicos como ocurre con los meridianos, los chakras o el triple calentador. El sistema radiante se compone de campos energéticos fluidos que saltan instantáneamente allí donde se necesitan, cuando lo hacen producen la sensación que se describe como alegría.

No aparece en el video, así que aquí tenéis la descripción… es mucho más largo leerlo que practicarlo.

Frota tus manos unas contra la otra, sacúdelas y pon los brazos a los lados del cuerpo con las palmas abiertas hacia delante.

Inspira y levanta los brazos lateralmente haciendo un círculo, a la espiración bájalos hasta el centro de tu pecho, juntando las manos en la posición de plegaria.

Inspira y separa los brazos, llevando uno hacia arriba con la palma vuelta hacia arriba y el otro hacia abajo con la palma respectiva hacia abajo.

Mira hacia la mano que conecta el cielo y respira normalmente dos o tres veces.

Espira y vuelve a llevar tus manos a la posición de plegaria delante del pecho.

Inspira y vuelve a conectar el cielo y la tierra cambiando de brazo, mira hacia la mano que conecta el cielo y respira normalmente dos o tres veces.

Si lo necesitas repite la serie dos o tres veces.

Cuando acabes, flexiona el cuerpo hacia delante a la altura de la cintura y deja caer los brazos hasta el suelo, mantente en la postura con los brazos y nuca relajados y las rodillas algo flexionadas.

Respira dos o tres veces relajada y luego regresa lentamente a la posición erguida.

Estas seis técnicas, una vez aprendidas,  pueden hacerse una detrás de otra en cinco minutos. El vídeo muestra dos ejercicios más que, si queréis, podéis usar para cerrar esta primera serie. Hablaré de las técnicas siguientes en un próximo artículo, dos son las correspondientes al video y se añaden cuatro más (sencillísimas).

Para ojear mis otros libros y saber más sobre mí puedes ir AQUÍ.

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