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miércoles, 27 de marzo de 2013

10. El módulo energético menopausia de Donna Eden: segunda parte.




Este artículo te interesará si quieres aplicar el módulo a tu vida. También será el más técnico (y aburridillo) de todos los que pienso escribir, sólo lo recomiendo si estás motivada.

Por lo demás voy a intentar que sea claro, rápido y fácil.

Pues bien, nos quedan seis técnicas a añadir a las seis que ya conocemos. Después de conectar el cielo y la tierra, se hace un segundo estiramiento. En un cuerpo que no está estirado, la energía fluye con dificultad, lo que se nota en el agarrotamiento y poca flexibilidad de los músculos. 

El estiramiento abdominal crea espacio y relaja este importantísimo centro del cuerpo. Es un estiramiento que, además de a nosotras, les viene genial a las mujeres que todavía tienen la regla –pasarle el truco a vuestras amigas en fase reproductora.

1)     Estiramiento abdominal con silla o similar.

Apoya tus manos en el respaldo de una silla con los brazos estirados, alternativamente puede ser un saliente que esté más o menos a la altura de tus hombros o cualquier cosa que te sirva para apoyarte con los brazos estirados (sin tensar y sin descargar el peso del cuerpo en los brazos) y mantener el equilibrio.

Una vez apoyada, mira hacia arriba y estira suavemente el cuello hacia atrás, luego estira la pierna derecha hacia atrás, sin doblar la rodilla. Es como hacer una especie de arco o una luna creciente. Nota el estiramiento, pero no fuerces.

¡No te olvides de respirar!

Vuelve tu pierna derecha al centro y estira la izquierda. Hazlo una vez por pierna o varias veces si te apetece.

2)     Limpieza del meridiano del bazo.

El meridiano energético del bazo (recordar que el bazo es un órgano de nuestro sistema linfático, relacionado con la detoxificación y el mantenimiento del sistema inmune) casi siempre necesita que lo fortalezcan y una manera de hacerlo es limpiándolo, lo que se hace recorriéndolo con las manos lentamente (y sin necesidad de presionar) una vez hacia atrás y tres veces hacia delante.

El procedimiento es el siguiente:

Empiezas de pie, poniendo las manos planas a los lados del cuerpo, con los dedos apuntando hacia abajo y sus puntas rozando la cintura.

Inspira y sube las manos planas por los costados hasta que llegues más o menos a rozar las axilas con la parte de arriba de la palma (los dedos siguen mirando hacia abajo).

Espira y baja las manos de nuevo por los costados, en la cintura mueve las manos para que pasen por delante de los huesos de tu cadera hacia las ingles y luego sigue por la parte interior de tus muslos y piernas.

Con las manos siempre planas y los dedos algo separados, tendrás que doblarte por la cintura para seguir bajando hasta los pies.

Cuando llegues al tobillo sigue avanzando por el interior de tus pies hasta salir por el dedo gordo.

Inspira y haz el mismo recorrido al revés. Es decir, interior del dedo gordo, interior de los pies, piernas, muslos, paso a las ingles, llegada a la cadera, paso a los costados, seguir hasta rozar la axila y bajar las manos hasta que la punta de los dedos roce la cintura.

Espirando, dóblate de nuevo por la cintura e inspirando, repite el mismo recorrido de abajo hacia arriba desde el dedo gordo.

Hazlo una tercera vez, empezando de nuevo por el dedo gordo.

Resumiendo, es una vez de arriba hacia abajo y tres veces de abajo hacia arriba.

Después se dan unos golpeteos durante diez segundos en los puntos reflejos neurolinfáticos del bazo -debajo de los pechos, en línea recta con el pezón-; seguidos de diez segundos de golpeteos en los puntos de acupresión del bazo -en el costado, bajo las axilas, a la altura del pecho-. 

Estos golpeteos forman parte de los tres golpes y podéis verlos en el video de 5 minutos de rutina energética diaria.

3)     Respiración de diafragma.

Es un ejercicio que activa tu centro  y es posible que cuando lo hagas sientas el calor que irradia. Donna Eden comenta que la respiración de diafragma ayuda a oxigenar todo el cuerpo, además de mejorar la coordinación y eficacia del  sistema hormonal. 

Coloca tu mano izquierda plana y estirada (puntas de los dedos hacia la derecha) en el centro de tu tórax, sobre la zona correspondiente al diafragma. 

La mano está bien colocada si el dedo meñique se encuentra por encima del ombligo, lo que sitúa la palma a medio camino entre la tripa y el pecho; pon la mano derecha encima (con las puntas de los dedos hacia la izquierda).

Los codos se acercan al cuerpo, como si te abrazases.

Una vez en esta posición, inspiras hinchando la tripa y mantienes una presión suave pero firme con las manos, retén el aire lo que puedas y te sea cómodo. Pueden ser tres segundos o diez y con el tiempo podrás aumentar la retención, pero al principio ve despacio y sin exagerar.

Terminada la retención aflojas la presión de las manos y espiras, relajada (comprueba que no estás tensando los hombros o la nuca y el cuello; una manera de relajar esta zona es sonreír).

Repites dos veces más la inspiración con presión de las manos/retención del aire seguido de espiración.

4)    Conexión pineal-pituitaria-hipotálamo.

Vas a trabajar sobre dos puntos reflejos neurovasculares que aumentan el flujo sanguíneo en este importantísimo eje glandular regulador de prácticamente todas las hormonas del organismo. 

También ayuda a reducir el estrés y, además de ser parte del módulo energético menopausia,  lo puedes combinar con el estiramiento de coronilla y los tres golpes en caso de necesidad puntual (te sientes deprimida y/o estresada).

Como ya he comentado anteriormente, todos los ejercicios del módulo puedes usarlos solos o en combinación para equilibrarte rápidamente en todo tipo de situaciones. Practicándolos descubrirás cuáles te vienen mejor y te gustan más.

Volviendo a nuestro ejercicio de conexión: para localizar el primer punto coloca una mano con la palma centrada sobre tu frente y los dedos sobre la parte superior de la cabeza, allí donde toca el dedo corazón estirado está el primer punto. 

Puedes notarlo doloroso.

Vas a presionarlo con un grupo de tres dedos, juntando los dedos pulgar, índice y corazón de tu mano derecha.

Simultáneamente, vas a juntar los mismos dedos de tu mano izquierda y presionar justo sobre la curva que está detrás de la parte superior de tu cabeza, más o menos en línea recta con el primer punto, pero hacia atrás.

No te preocupes excesivamente por hacerlo exacto… tus manos saben más o menos dónde hay que ir.

Presiona ambos puntos durante tres respiraciones calmadas y profundas.

Después aplana la mano derecha de manera que la palma quede sobre tu frente y la yema del dedo corazón sobre el punto (es lo que hiciste al principio para localizarlo). Relájate en esta posición durante otras tres respiraciones, la mano izquierda reposando al lado del cuerpo.

5)    Amanecer/Ocaso.

Un ejercicio muy interesante, que también se usa en el yoga y que ayuda a estabilizar la presión sanguínea, tanto si es baja como si es alta. Como a muchas mujeres en la cincuentena se les diagnóstica una presión ligeramente alta (lo que se suele aprovechar para medicarlas durante el resto de su vida, si no se había conseguido ya por otro lado), no necesito explicar su interés.

Empiezas de pie, con los brazos relajados en los lados del cuerpo y las palmas abiertas hacia delante.

Inspirando, levantas los brazos por encima de tu cabeza dibujando un círculo y te imaginas que sujetas el sol que ha salido o un globo (las palmas de tus manos se miran y hay un espacio grande entre ellas donde se encuentra el círculo del sol).

Respira un par de veces o más si te encuentras cómoda, tal vez notes el calor que empieza a fluir entre las dos palmas enfrentadas.

Después te imaginas una cuerda que viene del cielo y estirando un brazo la agarras y tiras hacia abajo, mientras esta mano desciende, alargas la otra mano para agarrar la misma cuerda y tiras asimismo hacia abajo. Lo haces varias veces alternando las manos.

Finalmente, con los brazos que siguen por encima de tu cabeza, vuelves las palmas hacia afuera y espirando bajas los brazos haciendo un círculo hasta dejarlos estirados a los lados con las palmas mirando hacia la tierra. 

Es el ocaso.

6)    Cremallera con conexión.

La cremallera te cierra a las energías que no te convienen… o lo que es lo mismo a las miradas desagradables, los comentarios hirientes, los pensamientos despreciativos –de los otros–. Además de en el módulo, lo puedes hacer cada vez que te sientas vulnerable y es muy aconsejable enseñárselo a tus hijas adolescentes que –aunque nadie hable de ello– tienen muchas posibilidades de ser agredidas visual y/o verbalmente en clase y cada vez que pisan la calle o cogen el metro.

Coloca las dos manos sobre el pubis y súbelas por el centro de tu cuerpo terminando en el labio inferior. Repite el movimiento tres veces.

Si quieres puedes incluir una afirmación, aunque no es obligatorio. 

Terminas con la conexión: coloca el dedo medio de una mano en el tercer ojo (entre las cejas) y el de la otra mano en el ombligo. 

Presiona ambos dedos hacia dentro y hacia arriba. Inspira y espira profundamente mientras mantienes la posición entre 15 y 20 segundos.

La conexión activa el flujo energético entre la parte anterior y posterior del cuerpo, te fortalece a nivel energético (lo que te hace más apta para defenderte) y mejora la coordinación general.

Y hemos terminado.

Las doce técnicas del módulo menopausia pueden cambiar tu vida. Por los comentarios que me han hecho distintas mujeres y mi propia experiencia sé que pueden producirte un gran efecto de forma inmediata.

También puedes no sentir gran cosa al principio, pero en la mayoría de los casos y puesto que los efectos son acumulativos, notarás un gran equilibrio y claridad mental en unos pocos meses.

Si le cogéis manía a alguno de los ejercicios saltároslo, es posible que vuestro cuerpo no esté preparado para hacerlo por el momento y siempre lo podréis incluir cuando os venga bien.

Recordar que no hay una manera de hacer bien las cosas si no que cada cual debe encontrar su manera de hacerlas.

Para ojear mis otros libros y saber más sobre mí puedes ir AQUÍ.

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